LA IMPORTANCIA DE LA CONSERVACIÓN DEL VINO

Hoy en día el vino se ha hecho muy popular entre los consumidores, es una de las bases de nuestra dieta y a la mayoría nos gusta poder disfrutarlo en nuestra casa, pero para eso hay que tener en cuenta la conservación de la botella que compremos, y hemos de pensar, no sólo en la conservación en casa (de la que ahora hablaremos), sino también la conservación del producto en el establecimiento donde lo compramos, yo mismo he visto palés de vino de grandes superfícies y supermercados al sol durante horas, digamos que eso no es precisamente lo ideal para que un vino tenga una buena conservación. Así que dentro de lo posible, intento siempre comprar mis botellas en tiendas especializadas, que normalmente cuidan más el producto que les da de comer, aunque entiendo que eso no siempre es posible ya que los supermercados a veces tienen precios muy competitivos.

Una vez tengamos la botella en casa, lo ideal sería tener una nevera de vinos, yo tengo una donde caben 16 botellas, si buscáis bien, en el mercado las hay de este tipo por menos de 100€. ¿Qué ventajas tiene tener este tipo de neveras? Varias, primero que mantienes constante la temperatura de los vinos (os recomiendo unos 14 grados para tintos), también mantienen la humedad y por último mantienen la botella en posición horizontal, cosa importante para que el vino siga evolucionando y para que el tapón (si es de corcho) se mantenga húmedo y no se seque. Hay más ventajas pero estas son las principales, eso sí, también se recomienda que la nevera esté en un lugar oscuro, a poder ser donde no le dé la luz natural directa, ya que este tipo de luz puede hacer que se acelere la oxidación del vino, y esto puede cambiar el sabor de nuestro querido líquido.

En fin, es sólo una recomendación, aunque os puedo asegurar que un vino se disfruta más a su temperatura ideal, pensad que sacándolo de la nevera (5 grados) o teniéndolo por ahí (entre 20-30 grados) el vino ya no sabe tiene el mismo gusto...